Por María Celsa Rodríguez
Desde el domingo me venían diciendo que un grupo de personas estaban siendo pagados en algunas villas del Conurbano bonaerense, y que en horas tempranas de este lunes les pasarían a buscar para tomar los alrededores del Congreso. Le facilitaron un instructivo de un par de hojas donde les daban detalles de como vestirse: ropa holgada, bermudas y zapatillas y algo para cubrirse la cara, no llevar nada de metal como aros, cinturones de hebillas, reloj ni siquiera celulares, debían solo portar documentos. Tenían que proveerse de gomeras, palos, tumberas, y encendedores. Debían ubicarse en ciertos sectores de los alrededores del Palacio Legislativo y atacar en grupos de los cuales nunca separase.
Todo debía empezar a la misma hora que comenzaba la sesión.
Cuando vi las imágenes donde los policías detuvieron varios micros con manifestantes, y secuestraron gomeras, bolitas, maza, bastones y garrotes, me ratificó lo que ya me habían dicho mis fuentes.
Hay gente de las barras bravas de ciertos clubes también entre los violentos.
Quieren tirarle un muerto a Macri, algo que lo dijo en la sesión el diputado Igon, del Frente para la Victoria por Chubut.
Los violentos de afuera son los instrumentos para presionar al oficialismo, me dijeron, quieren debilitarlo y mostrar su fragilidad.
Cuanta ironía la de la diputada Carrió, que denunció una «conspiración nacional» de provocar un golpe de estado contra el gobierno, ella que criticó a la Ministra de Seguridad por la actuación de Gendarmería en los incidentes del jueves. ¿Ahora cae en la cuenta de esa posibilidad? ¿Ahora se da cuenta que ese es el propósito de la oposición?
En sus aires de Primer Ministra mete la pata con sus actuaciones.
Sin embargo el mismo gobierno con su manejo institucional conspira a alimentar a sus enemigos. En usar el dinero del Anses para financiar el populismo y las elecciones. El excesivo gasto sin control en crear secretarías y subsecretarías y puestos inútiles a los amigos y familiares de funcionarios con altos sueldos y algunos sin antigüedad, nos molesta a todos aquellos que pusimos nuestro voto de confianza en este gobierno.
Lamentablemente Macri, también peca de nepotismo y hoy se ha equivocado.
Hay muchos en el living de sus casas mordiéndose de rabia y llorando de tristeza: